El proyecto del nuevo edificio de educación Infantil y Haurreskola es concebido desde la atención a las propias necesidades de la población, la adaptación de los sistemas propuestos a la realidad del lugar, su viabilidad y rentabilidad económica, y desde criterios de sostenibilidad y ahorro energético. El objetivo del concurso, convocado por el Ayuntamiento de Zaldibar, era la realización de dos edificios que pudieran trabajar de forma independiente: una escuela de educación infantil para los niños de 2-3 años que quedara integrada en el complejo escolar ya existente, y una haurreskola para los niños de 0-2 años que pudiera funcionar de forma autónoma. Bajo dicha premisa, y buscando la idoneidad arquitectónica y calidad de la propuesta técnica aportada, las prioridades valoradas en el concurso fueron las siguientes: una construcción rápida, a poder ser en periodo estival para no perturbar la actividad escolar y permitiendo dos fases de construcción independientes para cada edificio, una solución económica, y el planteamiento de sistemas de eficiencia energética y producción de energías renovables integradas en el diseño arquitectónico.
La propuesta realizada “EDERTO” con una superficie aproximada de 600m2, se desarrolla en dos módulos que serán gestionados de forma independiente. Su implantación en el lugar en forma de L bordeando los límites oeste‐sur de la parcela, permite la creación de tres áreas de juegos: una para los niños de 0-2 años de la haurreskola, otra de 2-3 años para el edificio de educación infantil, y otra para los niños de 3-6 años, conservando una parte importante del complejo escolar ya existente. Los accesos se realizan desde la calle Autonomía, al norte para la escuela infantil desde uno de los accesos ya existentes del complejo escolar y al sur-este para la haurreskola a través de una entrada propia. El proyecto busca potenciar el complejo escolar y su entorno adaptándose a la escala de sus usuarios, los niños. Por ello su forma se concibe como un juego de niños, generando un zig-zag de cubiertas continuo y una combinación de ventanas en fachada a diferentes alturas, tamaños y colores, evocando una imagen de pequeñas casitas. Ambos volúmenes son integrados de forma unitaria en una única silueta siguiendo un tratamiento continuo de la fachada exterior de madera. La entrada principal y el acceso al patio de recreo en el extremo opuesto de cada módulo quedan cubiertos por la propia cubierta del edificio a modo de porches, y son enmarcados en fachada mediante un color que caracteriza a cada edificio: el fucsia para la haurreskola y el verde para educación infantil.
La construcción del edificio se llevo a cabo de forma integral mediante un sistema prefabricado de paneles estructurales de madera. Estos paneles conforman fachada, particiones interiores, cubierta y revestimiento exterior. Son diseñados a medida en fábrica y permiten una ejecución material en obra de fácil montaje, rápida y sistematizada. Este tipo de obra seca permite no sólo la realización de una obra limpia y la reducción de los residuos y recursos utilizados, sino también una considerable reducción en los costos y los tiempos de ejecución que podrán llevarse a cabo en tan solo 2 meses.
El edificio ha sido concebido bajo criterios de diseño ecológico. Desde el propio diseño arquitectónico se ha prestado especial atención a la orientación, el aprovechamiento de la radiación solar, un buen aislamiento y control térmico, una adecuada impermeabilización, el uso de materiales locales y respetuosos con el medioambiente, y la integración de energías renovables. La madera de pino radiata, procedente de bosques autóctonos, es un excelente material con un gran comportamiento técnico, acústico, higroscópico y aislante, además de ser un material ecológico y reciclable, y de aportar calidez, bienestar y calidad estética. El buen aislamiento térmico integrado en el sistema constructivo, su continuidad y espesor disminuye el consumo energético del edificio y proporciona un alto confort. La cubierta del edificio se ejecutará con una correcta solución de impermeabilización, que será continua igualmente en fachadas ventiladas, y revestimiento de zinc. Además de prever de cámara sanitaria para una adecuada ventilación del forjado. Se ha estudiado el diseño y disposición de las ventanas para alcanzar un alto grado de iluminación natural, aumentar las ganancias solares y disminuir el consumo de calefacción. Las cajas prefabricadas que conforman los marcos de las ventanas están diseñadas además en función de la inclinación solar para controlar la radiación incidente. El diseño de las instalaciones se ha proyectado desde la eficiencia energética, y se instalará suelo radiante como sistema de calefacción, lo que mejorará la calidad térmica y el ahorro energético. La energía utilizada tanto para calefacción como agua caliente sanitaria será la biomasa. Todas estas medidas procurarán no solo disminuir el consumo energético y las emisiones de CO2, sino también favorecer la economía local al mismo tiempo que el confort ambiental y la calidad de vida de sus usuarios.